Capitulo 2
El segundo capitulo fue liberado junto al primero el día 29 de Octubre
Historia
Te adentras en la caverna con una antorcha en la mano y la espada en la otra, preparado para cualquier cosa. ¡Hay miles de caminos! Cada dos por tres, te ves obligado a volver al principio. Pareciese que nunca vas a encontrar el portal cuando de pronto la roca se parte a tus pies. Caes gritando, aferrándote a tu espada y la antorcha que se ha apagado.
El golpe al final de la caída te deja inconsciente por varios minutos. Cuando te despiertas logras levantarte con dificultad por el dolor y miras a tu alrededor, observando las paredes de roca que te rodean antes de darte cuenta con gran estupor que puedes ver con la antorcha apagada. Al girarte, divisas de donde proviene la luz: un extraño óvalo fosforescente, que gira lentamente... ¡Has encontrado el portal! La emoción te hace olvidar el dolor, y sin pensarlo dos veces lo atraviesas.
El golpe al final de la caída te deja inconsciente por varios minutos. Cuando te despiertas logras levantarte con dificultad por el dolor y miras a tu alrededor, observando las paredes de roca que te rodean antes de darte cuenta con gran estupor que puedes ver con la antorcha apagada. Al girarte, divisas de donde proviene la luz: un extraño óvalo fosforescente, que gira lentamente... ¡Has encontrado el portal! La emoción te hace olvidar el dolor, y sin pensarlo dos veces lo atraviesas.
Cuando atraviesas el portal, este se cierra con un fogonazo. No tienes tiempo para preocuparte, ya que enseguida te das cuenta que te rodean seres que no recuerdas haber visto en ningún libro. Por un instante te preguntas que hacen ellos en nuestro mundo, antes de darte cuenta que ahora tú eres el intruso. Las criaturas te miran paralizados, sorprendidos por tu aparición. Después de algunos segundos comienzan a comunicarse entre ellos con extraños chirridos, y sus ojos empiezan a brillar haciéndote sentir extrañamente calmado...
Cuando despiertas crees por un instante estar en el Cementerio de Juegos, antes de darte cuenta que las inscripciones en las lapidas son símbolos que jamás has visto. Esto te hace recordar tus recientes aventuras y miras asustado a tu alrededor en busca de los extraños seres. Sientes el movimiento de algunas hojas y un escalofrío te recorre cuando ves unos animales parecidos a aves emprender el vuelo. La neblina invade el lugar impidiéndote ver. ¿Qué es este lugar?
Te levantas rápidamente cuando ves que algo se acerca a ti. Es un animalito que se parece a un ona. Te acercas lentamente y acercas tu mano para acariciarlo. El pequeño emite sonidos suaves, invitándote a seguir. De pronto el lugar se empieza a llenar de estos tiernos seres que se te acercan haciéndote cosquillas y emitiendo cada vez más fuerte esos sonidos, llamando a más y más. La inseguridad comienza a surgirte cuando comienzan a cubrirte, y no puedes reprimir un grito de espanto cuando uno de estos animales te muerde con fuerza en la pierna.
Rápidamente desenfundas tu espada y comienzas a luchar. Sin embargo, ellos son mas y pronto ya no puedes moverte, resignándote a sentir el dolor de miles de dientes afilados hundirse en tu carne. Algunas zonas, como tu cabeza, están a salvo gracias a la armadura pero sabes que muy pronto estos diabólicos seres se desharán de ella. Cuando ya te resignas a morir en un mundo desconocido, sientes la tierra temblar y de pronto te encuentras libre de las criaturas.
Intentas recuperar el aliento para darte cuenta de que fue lo que los hizo correr y ves a un gigante aparecer entre la neblina, el cual comienza a seguirte. No lo piensas dos veces y empiezas a correr, saliendo del cementerio y adentrándote en el tupido bosque que lo rodea. Con esfuerzo te abres paso entre la densidad del bosque -arboles, piedras, ramas, pozas, bichos...- antes de darte cuenta que él es mas rápido. Nuevamente sacas tu espada, cuya hoja está teñida por la sangre verduzca de los animalillos. Analizas a tu contrincante y notas que sus reflejos son bastante torpes, por lo que decides trepar un árbol y saltar de rama en rama hasta estar justo sobre su cabeza. Es en ese momento en que saltas sobre él y de un solo lo decapitas.
Suspiras aliviado mirando el cuerpo del gigante. ¡Lo mataste! Entonces notas algo preocupante: tu espada comienza a derretirse lentamente, al igual que se producen agujeros en tu armadura en las zonas que salpico su sangre. Como si no pudieses estar peor, escuchas que algo viene y te escondes. ¡Son los mismos onas que viste antes! Sientes un escalofrío cuando ves que empiezan a comerse al gigante dejando solo los huesos.
Decides huir en lo que terminan pero sin querer rompes una rama, lo que provoca que ellos se fijen en ti. Ahora no puedes pelear. ¡Debes huir! Esto te recuerda tanto a la Fuga de Bruno... ¡Ojala los onas no tiren piedras!
Cuando despiertas crees por un instante estar en el Cementerio de Juegos, antes de darte cuenta que las inscripciones en las lapidas son símbolos que jamás has visto. Esto te hace recordar tus recientes aventuras y miras asustado a tu alrededor en busca de los extraños seres. Sientes el movimiento de algunas hojas y un escalofrío te recorre cuando ves unos animales parecidos a aves emprender el vuelo. La neblina invade el lugar impidiéndote ver. ¿Qué es este lugar?
Te levantas rápidamente cuando ves que algo se acerca a ti. Es un animalito que se parece a un ona. Te acercas lentamente y acercas tu mano para acariciarlo. El pequeño emite sonidos suaves, invitándote a seguir. De pronto el lugar se empieza a llenar de estos tiernos seres que se te acercan haciéndote cosquillas y emitiendo cada vez más fuerte esos sonidos, llamando a más y más. La inseguridad comienza a surgirte cuando comienzan a cubrirte, y no puedes reprimir un grito de espanto cuando uno de estos animales te muerde con fuerza en la pierna.
Rápidamente desenfundas tu espada y comienzas a luchar. Sin embargo, ellos son mas y pronto ya no puedes moverte, resignándote a sentir el dolor de miles de dientes afilados hundirse en tu carne. Algunas zonas, como tu cabeza, están a salvo gracias a la armadura pero sabes que muy pronto estos diabólicos seres se desharán de ella. Cuando ya te resignas a morir en un mundo desconocido, sientes la tierra temblar y de pronto te encuentras libre de las criaturas.
Intentas recuperar el aliento para darte cuenta de que fue lo que los hizo correr y ves a un gigante aparecer entre la neblina, el cual comienza a seguirte. No lo piensas dos veces y empiezas a correr, saliendo del cementerio y adentrándote en el tupido bosque que lo rodea. Con esfuerzo te abres paso entre la densidad del bosque -arboles, piedras, ramas, pozas, bichos...- antes de darte cuenta que él es mas rápido. Nuevamente sacas tu espada, cuya hoja está teñida por la sangre verduzca de los animalillos. Analizas a tu contrincante y notas que sus reflejos son bastante torpes, por lo que decides trepar un árbol y saltar de rama en rama hasta estar justo sobre su cabeza. Es en ese momento en que saltas sobre él y de un solo lo decapitas.
Suspiras aliviado mirando el cuerpo del gigante. ¡Lo mataste! Entonces notas algo preocupante: tu espada comienza a derretirse lentamente, al igual que se producen agujeros en tu armadura en las zonas que salpico su sangre. Como si no pudieses estar peor, escuchas que algo viene y te escondes. ¡Son los mismos onas que viste antes! Sientes un escalofrío cuando ves que empiezan a comerse al gigante dejando solo los huesos.
Decides huir en lo que terminan pero sin querer rompes una rama, lo que provoca que ellos se fijen en ti. Ahora no puedes pelear. ¡Debes huir! Esto te recuerda tanto a la Fuga de Bruno... ¡Ojala los onas no tiren piedras!
La Fuga de Bruno en el Bosque
Para completar esta actividad debias jugar a La Fuga de Bruno en el Bosque y obtener una puntuacion igual o superior a 800 Puntos, la mejor forma y mas rapida de superarlo era que juntaras todas las pociones y despues las llevaras a las cuevas, de esa forma hacias alrededor de 190 puntos por nivel y ya en el nivel 5 tendrias los puntos suficientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario